En realidad, mi historia se remonta a antes del 3 de noviembre de 1914.
En tiempos cuando los romanos eran los dueños de Europa (y más allá) las mujeres romanas vestían una prenda llamada strophium – una banda de tela alrededor del pecho. Aquella era la época en la que los pechos muy grandes eran vistos como poco atractivos, por lo que las mujeres recurrieron a este sistema para sujetar y disimular.
Digamos que este invento es mi abuelo, pero mi padre e inspirador fue el mítico corsé. La aristocracia europea (empezando por la italiana y siguiendo por la francesa) popularizó esta prenda. La vestimenta conseguía que las mujeres estilizasen su figura.
En un principio (durante los siglos XVI y XVII) los corsés tenían forma de embudo ajustándose a la figura de la mujer para contrastar con las abultadas faldas de la época.
Más tarde llegó la época victoriana, donde la rectitud moral (aunque fingida) era la máxima a seguir. Las rígidas convenciones de la sociedad victoriana impusieron a la mujer una figura de reloj de arena que algunas tenían que simular con los corsés.
Y entonces, de la falta de respiración de las mujeres, de sus dolores de espalda y su deseo de liberarse de las estrictas ataduras… nací el 3 de noviembre de 2014. Mary Phelps-Jacobs me registró en la oficina de patentes y desde entonces pasé a convertirme en una prenda femenina, funcional y nunca más opresora.
Desde mi nacimiento han ocurrido muchas cosas. Empezando por la “quema del brassier” de los años 60 – donde el sujetador era concebido como un símbolo de opresión a la mujer. Siguiendo por una ambición rubia sacó la prenda de la denominación de ropa interior para convertirla en muy exterior.
Y así llegamos a nuestros días… donde los sujetadores pueden ser aparecer en todas las formas y colores; de todos los tejidos y texturas.
Para celebrar este centenario, en Directo a mi Armario contamos con la colaboración de Selmark, que han creado una más que útil calculadora de tallas de sujetador y braga… ¡lo mantenemos en nuestra barra lateral para que no te lo pierdas!