Ir bien vestidos es algo que nos gusta a todos y, lo cierto, es que luego no sabemos qué hacer con esta ropa. No es ropa limpia que podamos meter en el armario de nuevo, pero tampoco está sucia como para volver a pasarla por la lavadora. Cuando esto sucede, toda esta ropa suele acabar apilada en sillas y repartida por toda la habitación.

Para acabar con este problema, hay una serie de trucos. De este modo, no tendremos que lavar tanto la ropa y conseguiremos que nos dure más. En este artículo, te vamos a contar qué puedes hacer para “limpiar” esta ropa de un solo uso y aprovecharla unos días sin tener que lavarla.

Antes de ir al armario, tendida en el exterior

Lo mejor para no tener que lavar la ropa otra vez después de un solo uso es colgarla en el exterior. Debemos tener en cuenta que la ropa que llevamos, aunque parezca limpia, acumula malos olores que puede transferir a las otras prendas. Por ello, dejarla ventilar durante toda la noche es una buena solución.

Para ello, debemos colgar la ropa en una percha y ponerla en una galería o un patio exterior durante toda la noche. Debe estar bien puesta en la percha y debemos evitar colgarla como si la acabásemos de lavar. De este modo, las prendas se ventilarán durante unas horas y, luego, las podremos volver a colocar en nuestro armario. Al estar libres de olor, las demás prendas que hay en el armario tampoco lo cogerán.

¡A la secadora!

Si tienes secadora en casa es también una buena solución para acabar con toda esta ropa que tienes apilada en la habitación. Para dejarla como limpia y poder guardarla otra vez, solo es necesario que la pases por la secadora. De este modo, se eliminan las bacterias y la ropa queda limpia para poder llevarla otro día sin necesidad de lavarla.

Para ello, es necesario que pongas la ropa sola en la secadora. No la mezcles con otra ropa húmeda que acabes de sacar de la lavadora. Ponla a un programa largo a una temperatura elevada. Y, cuando este ciclo haya terminado, la podrás poner en tu armario sin problemas.

Humedad de la ducha: otro buen uso

La humedad de la ducha es otro buen aliado a la hora de reciclar la ropa que nos hemos puesto una sola vez y que no podemos guardar en el armario. Lo único que debemos hacer en este caso, es colgar la ropa en una percha y en la barra de la ducha. Cuando nos duchemos, o si solo abrimos el grifo del agua caliente, el vapor “limpiará” los excedentes de la ropa y la podremos volver a guardar en el armario.

Cuidados generales de la ropa

Después de haber visto qué puedes hacer para no tener que lavar la ropa tan a menudo, vamos a ver unos pequeños cuidados que sí son esenciales para que tus prendas te duren más.

Lavar siguiendo instrucciones del fabricante

Lo primero y lo más importante es siempre tener en cuenta las recomendaciones del fabricante a la hora de lavar tus prendas. Ellos son los que mejor conocen los tejidos que han usado y, por ende, saben cómo es mejor tratarlos. Por ello, debes seguir siempre las recomendaciones en cuanto a temperatura de lavado, tipos de jabones, secados, etc.

Dobla bien la ropa

Son muchas las personas que no saben que la ropa debe estar siempre bien doblada para que esta no coja líneas que debamos planchar luego. Cuando vayas a doblar la ropa, asegúrate de poder hacerlo por las costuras y evita dobles en el medio.

Tiéndela bien

Si eres de los que tiene la ropa en el exterior para que se seque, debes ir con cuidado con la forma de hacerlo. La ropa no se puede tener por cualquier parte, ya que el Sol hará que las pinzas le dejen marca. Por ello, intenta siempre hacerlo por la zona de las costuras. En el caso de los pantalones, es mejor que los cuelgues por la parte baja de estos. De este modo, no te quedarán marcas a mitad de la pierna o en la zona de la cintura.

Suavizante y detergente, el mínimo

Pese a que puede parecer lo contrario, añadir mucho detergente y suavizante en todos tus lavados es algo que daña seriamente tu ropa. Cuando vayas a poner una lavadora, usa solo un pequeño cacito para el detergente. Y, en cuanto al suavizante, emplea menos de la mitad de lo que se recomienda.

Prendas finas, se lavan solas

Las prendas finas, como puede ser la lencería, los tejidos de seda, lana o satén, necesitan unos lavados muy cortos y siempre lavados solos. No mezcles nunca toallas con ellos u otras prendas más duras como unos vaqueros, por ejemplo.

La secadora, lo justo

Pese a que tener una secadora es de lo más cómodo, debemos decir que usarla a menudo estropea las fibras a la vez que encoge los tejidos. Además, secar la ropa en la secadora hace que los rayos de Sol no le toquen. Por ende, y pese a ser una buena manera de higienizar la ropa, es mejor que uses menos la secadora y más el Sol.

Ventila los armarios

Cada vez son más los diseños de habitaciones que vemos con los armarios abiertos y no es solo por cuestión de estética. Tener armarios abiertos ofrece mucha ventilación a todos los tejidos, por lo que es importante que, cuando renueves tu habitación, lo tengas en cuenta. Mientras que esto no suceda, debes ventilar los armarios a diario. Para ello, lo mejor es hacerlo cuando se ventila la habitación. Solo debes dejar las puertas del armario abiertas estos 5 o 10 minutos.

Como ves, cuidar de tu ropa es algo muy simple con unos pequeños trucos. Si eres de aquellas a las que les gusta ir siempre bien vestida y tener un buen armario de ropa, ahora ya sabes cómo cuidarla para que te dure más.