Cada día pensamos en que nos gustaría estar más conformes con nosotras mismas y vestirnos de acuerdo a las tendencias actuales sin dejar de vernos bien. Vestirnos correctamente es un tema amplio y un tanto ambiguo, pero que sin duda nos interesa.

Más allá de lo que se esté usando en este momento en cuanto a lo que marca la moda tanto en nuestro país como en el extranjero, siempre es oportuno tener claridad para saber cómo vestirnos en distintas circunstancias. Para vernos mucho mejor, podemos aplicar los siguientes consejos de moda.

¿Qué hacer para vestir bien?

Primero, es importante contar con un estilo propio, sobre todo si no tenemos un armario muy amplio, pues tendremos prendas básicas que nos servirán para muchas ocasiones y podemos combinarlas adecuadamente de acuerdo a las tendencias actuales.

Además, al tener un estilo particular, podemos hacer que éste trascienda a través del tiempo y no necesitaremos renovar nuestro armario muy a menudo para poder estar a la moda. Asimismo, si consideramos el aspecto ambiental, nos estaremos encasillando dentro de lo que se llama “slow fashion” y que es una tendencia que va en aumento desde hace un tiempo, por lo que además de vernos bien nosotras mismas, estaremos contribuyendo a no generar basura innecesaria y darles el máximo de vida útil a nuestras prendas.

También podemos considerar, dentro de este movimiento (se habla de movimiento, que ya se considera como tal por la gran cantidad de seguidores que ha ido ganando en el tiempo) el ahorro monetario que significa a quienes lo siguen, lo que otorga un doble beneficio. Ahora bien, siguiendo en esta línea

¿Cómo podemos saber si una prenda es “slow fashion”?

Podemos distinguirla, básicamente, por características: tela durable, colores neutros y diseños sencillos. Esto hará que perdure en el tiempo y que sea un indispensable en nuestro armario.

Si hemos considerado lo anterior, nos surgirá una pregunta que suele ser recurrente

 ¿Cómo saber realmente qué me prenda me queda bien?

O ¿cuál me queda mejor que otra? En este sentido, hay criterios generales que se han venido aplicando y, como todo, cada una es libre de elegir si realmente se ajusta a sus gustos y/o preferencias. Uno de estos criterios tiene que ver con los colores.

Es ampliamente sabido y difundido que los colores oscuros en nuestra vestimenta nos harán lucir más delgadas. Esto, porque se pierden las líneas de los bordes y el ojo humano no distingue claramente la diferencia de fondo y forma en este nivel.

Además, si no queremos que se marquen ciertos pliegues, podemos evitar dejarlos en evidencia, por contraste. También, al aplicar esta lógica de forma inversa, los colores claros nos dejarán mucho más a la vista la forma de nuestro cuerpo y cualquier tipo de pliegues o curvaturas que lo compongan. Por esto, es recomendado, normalmente, en personas delgadas o apto para quienes quieran lucir su cuerpo sin ningún tipo de tabú.

Si rompemos con la dicotomía blanco y negro y hablamos de colores más atrevidos, los tonos fluorescentes son los que imperan. Pero si seguimos con una línea clásica, pensamos inmediatamente en un color emblemático: el rojo. Ahora ¿qué pasa con el rojo? Si bien es un color muy atractivo, este no le asienta a la mayoría, pues mostrará tu cuerpo resaltando aún más tu contextura.

Esto se puede usar a favor cuando queremos lucir nuestras curvas, pero puede resultar incómodo y perjudicial para cuando queramos disimular algún aspecto de nuestro cuerpo que nos incomode.

Color y diseño

Como no todo se trata de color, sino que también tiene gran relevancia el diseño de nuestras prendas, hablaremos acerca de lo que nos puede resultar beneficioso de acuerdo a nuestro tipo de cuerpo. Partiremos mencionando un clásico: los cortes rectos. Los cortes rectos están hechos para todo el mundo y suelen quedar bastante bien.

El corte recto se relaciona directamente con un aspecto formal o semiformal de la vestimenta, por lo que es ampliamente aceptado. El corte recto de nuestras prendas suele encontrarse en medidas más estandarizadas y, si nos llegase a quedar mal, son fáciles de modificar. Este tipo de corte, al no ajustarse al cuerpo, será ideal para personas que no sean necesariamente delgadas, pues puede disimular nuestras formas y lo que queremos que pase un poco más desapercibido. Asimismo, al ser prendas normalmente holgadas, se ven mejor en personas con una corporeidad prominente. Al usarlas en mujeres delgadas, estas prendas suelen quedar un poco desajustadas y dar la sensación de una delgadez aún mayor a la que se posee.

Lo que puede dar la impresión de que no es una talla apta para alguien con estas características. Si nos vamos al otro extremo, podemos hablar de ropa ajustada, y esta si es mayormente recomendada para personas delgadas, pues se notará mejor su cuerpo y la pueden llevar con mayor comodidad y menores complejos.

¿Estampado?

Otro aspecto relevante a la hora de evaluar o pensar en nuestras prendas es el tipo de estampado o diseño que poseen, más allá del corte o forma. Algunos aspectos básicos en cuanto al diseño de la tela, tiene que ver con lo que nos queda mejor para lucir nuestro tipo de cuerpo. Si somos personas delgadas y queremos lucir un poco más anchas, están recomendados las líneas horizontales.

Y, por el contrario, si somos personas de cuerpos más grandes y queremos disimular nuestro peso o estructura corporal, las líneas verticales harán lo suyo. El estampado con formas florales o dibujos están recomendados para ambos, pero teniendo en cuenta el tamaño de los diseños puestos en la tela, su ubicación y si creemos, a nuestro criterio que nos es o no favorable.

Finalmente, podemos afirmar lo bueno que es tener en consideración algunos aspectos básicos a la hora de vestirnos y elegir nuestras prendas. Estas son solo recomendaciones generales, pues cada una es libre de vestirse como quiera, pero si eres de las que quiere sacar mejor provecho a su cuerpo y atributos, puedes tener en cuenta estos consejos y sentirte más a gusto contigo misma.