Desde que somos pequeños, la mayoría de nosotros solemos tener bastante claro cuáles son nuestras preferencias a la hora de jugar, de comer e incluso de vestirnos. Por eso no es de extrañar que en nuestro carácter infantil y dentro de nuestras ganas por crecer y explorar el mundo por nosotros mismos, hayamos soñado en muchas ocasiones con vestirnos como nuestras madres, primas, tías o hermanas mayores.
Ahora todo eso es posible ya que desde hace varios años las tendencias de moda infantil se asemejan e incluso se iguala a las tendencias en moda de adulto. Actualmente no nos resulta raro ver a una pequeña vestida con botas altas, gorros y faldas semejantes a las que nosotros nos pondríamos, o a los niños usando el mismo tipo de sudaderas y camisas que los hombres adultos. Muchas personas buscan ver reflejada su imagen en sus propios hijos y por ello deciden vestirlos de la misma manera. Otras sin embargo prefieren vestirlas con ropa infantil tradicional y dejar la moda de adulto para cuando lleguen a la edad adecuada.
Moda infantil… ¡como la moda adulta!
Desde que se iniciase la moda de vestir a los niños pequeños con ropa que se asemeja o que incluso e igual que la de los adultos ha surgido un gran debate sobre si es recomendable vestir así a nuestros hijos o si por el contrario debemos seguir con la moda infantil más tradicional. Más allá de los argumentos a favor y en contra que exponen cada una de las partes, una cuestión es clara y es que todo será cuestión de gustos y también de costumbres.
Pero una cosa está clara, y es que algunos niños se ven realmente guapos y adorables cuando decidimos vestirlos como adultos. Eso sí, todo tiene sus límites, y aunque de vez en cuando los vistamos así, no debemos dejar de tratarlos como lo que son, unos niños que deben vivir cada etapa de su vida cuando corresponde y disfrutar su infancia de manera plena.