¿Has oído hablar alguna vez del término ‘armario cápsula’? Si es así, te interesará saber que es mucho más que una tendencia: el armario cápsula es una forma muy práctica y estética de aproximarse a la creación de tus looks diarios y, por ende, a la manifestación de tu identidad.

Sus orígenes más populares se remontan a la colección debut de Donna Karan, titulada Seven Easy Pieces. Como su propio nombre indica, hace referencia a siete piezas femeninas destinadas a cubrir las necesidades básicas de nuestros outfits sin caer en lo vulgar. ¡Descubre todos los detalles a continuación!

En qué consiste el armario cápsula

El término ‘armario cápsula’ se remonta al siglo XX, con esa modesta colección que pretendía dar respuesta al “qué me pongo” en nuestro día a día. Por lo tanto, puede definirse como un conjunto de prendas básicas de buena calidad que forman la base de cualquier vestidor y que, en realidad, podrían conformar un armario completo por sí mismas.

Es decir, si damos con las prendas adecuadas para nuestro armario cápsula, no necesitaremos nada más para vestir, logrando una gran cantidad de looks con pocas prendas. Entre ellas, no puede faltar nunca una gabardina, una camisa y camiseta blancas, unos vaqueros o un vestido corto negro. Vamos, todas esas piezas que suelen calificarse como clásicas, esos básicos que son tan útiles.

Saray Martín, la autora e ilustradora del libro El método del armario cápsula (2017) confiesa que solo es cuestión de analizar el estilo que nos gusta, buscar las prendas básicas que no deberían faltar en ningún armario, tener otras de temporada, y apostar por la calidad. Aunque, lo verdaderamente importante reside en que todas sean coherentes con tu estilo propio y, sobre todo, que combinen entre sí.

Las prendas que componen un armario cápsula

Donna Karan apostó por siete prendas para componer un armario cápsula, pero se puede llegar hasta las 40 piezas. Saray Martín propone entre 33 y 40 piezas, entre las que se incluye calzado y complementos. Eso sí, quedarían fuera la ropa de deporte y la interior, así como otras más específicas, tales como vestidos de fiesta y otras de uso puntual.

El reto reside en vestirse únicamente con ese número de prendas durante toda una temporada, llegando a sobrevivir incluso al cambio de estación muchas de ellas. Por ejemplo, unos vaqueros pueden incluirse tanto en el armario cápsula de invierno como de verano, pero una falda ligera de flores estará en el segundo, y un abrigo extra en el primero. Debido a la limitación del número de prendas, los colores básicos deben ser nuestros aliados.

Existen otras maneras menos rígidas de constituir un armario cápsula, por ejemplo, las que eliminan la limitación del número de prendas. En este caso, primaría la calidad, así como evitar comprar de forma descontrolada y desechar las prendas que estén bien, pues generarías nuevos residuos.

¿Cuál es la finalidad de este método?

La finalidad del armario cápsula dependerá de quién lo ponga en práctica, pero el primer motivo sería ahorrar tiempo y facilitar la tarea de vestirnos cada mañana. Una de sus ventajas es que en el vestidor solo estarán las prendas clave que combinan entre sí, consiguiendo looks diferentes y facilitando la tarea de escoger un outfit cada día.

Otro beneficio que ofrece este método es el de conseguir un mayor autoconocimiento estético. Es decir, que debemos tener en cuenta nuestro estilo de vida para poder vestirnos de forma adecuada. De poco sirve acumular vestidos de noche si la rutina nos pide unos joggers para tener libertad de movimiento.

Esto también puede indicar que, a veces, necesitamos hacer algunos ajustes para vestir como realmente queremos, pues la ropa es una vía más de expresión personal a nuestro servicio. Se trata de combinar algo novedoso y de tendencia con una base de prendas que encajen con tu estilo y configuren tu “uniforme” de moda.

¿Cómo se construye un armario cápsula?

El proceso es muy similar al de una limpieza de armario habitual, que consiste en ordenar la ropa de temporada dejando solo lo que utilizarás durante esa estación. Para ello, lo ideal es que saques todo lo que haya dentro y lo sometas a un análisis para valorar lo que todavía te sirve de lo que no, y por último, introduce solo las prendas necesarias en el armario cápsula.

Quizás lo más complicado resida precisamente en realizar de forma paralela un análisis lo más concienzudo posible y realista de nuestro estilo propio. Piensa en cuál es tu “uniforme” casi a diario y esas prendas que te apasionan y que pegan con todo.

Por último, ten en cuenta que debes guardar en tu armario cápsula solo lo que usarás durante la temporada. Así que puedes almacenar en el altillo del armario las correspondientes a otras estaciones para que no interfieran con el armario cápsula de esa época en concreto.

Las prendas de un armario cápsula

Después de leer estas líneas, casi seguro que ya tendrás claro que las prendas de un armario cápsula variarán de una persona a otra. Sin embargo, algunas de las más habituales y atemporales son las siguientes:

  • Camisetas básicas de distintos colores
  • Una camiseta de rayas
  • Una camisa blanca
  • Jerséis neutros
  • Unos pantalones de traje de algún color neutro
  • Unos vaqueros
  • Un blazer largo y oscuro
  • Una gabardina
  • Una cazadora de cuero
  • Un vestido negro corto o midi
  • Un vestido lencero sin demasiados adornos
  • Unas bailarinas o unos mocasines
  • Unas zapatillas deportivas
  • Un tote bag
  • Una slip skirt