De este encierro obligado y necesario, se pueden sacar algunas cosas positivas, entre ellas que podemos dedicarle más tiempo a nuestra familia y nuestros hobbies, y por qué no? También a nuestro cuidado personal. Con unos trucos de belleza fáciles y caseros, conseguiremos estar perfectas cuando todo esto acabe. Tomemos buena nota de algunos.
Las mascarillas purificantes y las hidratantes
Hay muchos tipos de mascarillas faciales que nos podemos aplicar: hidratantes, purificantes, para cerrar poros, limpiadoras…. ahora es buen momento para aprovechar todas aquellas mascarillas que hemos ido almacenando, o para elaborar alguna casera, a base de huevos, pepino, almendras, al té verde….hay mucho donde elegir dependiendo de nuestro tipo de piel y del tratamiento que queramos aplicarle, y son fáciles de elaborar en casa.
Ahora que estamos en casa, podemos aplicar este tipo de mascarillas y dejarlas actuar mientras tele trabajamos ¡nadie nos va a ver! Y es importante aplicarlas tanto en la cara como en el cuello y el escote. Seguro que nuestra piel, a la que tan poco tiempo le dedicamos en nuestro día a día, nos lo agradecerá.
Exfoliar la piel de la cara y el cuerpo
Un buen exfoliante nos ayudará a eliminar las células muertas de la cara y el cuerpo, y a devolverle luminosidad a la piel. Hay muchos geles de ducha con efectos exfoliantes, válidos tanto para la cara como para el cuerpo, y tan sólo necesitamos aplicarlo, dejarlo actuar, y enjuagarnos bien con agua templada. Es muy importante que después apliquemos una buena crema hidratante ya que la piel queda algo seca.
Para el contorno de ojos podemos utilizar alguna buena crema, más delicada para esta parte de nuestro rostro. Y lo más recomendable es exfoliarnos una vez por semana.
Las herramientas para realizarnos tratamientos en casa
En estos momentos en los que los centros de belleza están cerrados, podemos hacer uso de esas herramientas domésticas que nunca utilizamos. Por ejemplo, los rollers faciales, unos masajeadores faciales que tienen efectos a largo plazo, borrando líneas de expresión, siempre y cuando seamos constantes en su uso. Algunos incorporan tónicos limpiadores, para que podamos exfoliarnos la piel, y al mismo tiempo limpiarla más profundamente. Estos rodillos son muy prácticos, porque ayudan a eliminar toxinas y mejorar la micro circulación, para así prevenir la aparición de arrugas. Y seguro que tenemos por casa alguno que llevamos tiempo sin utilizar. Éste es un buen momento.
Más tiempo para nuestra piel y para nuestro cuerpo
Hoy por hoy, y en muchos casos, ya no es necesario que, antes de salir a trabajar nos demos una ducha rápida y salgamos volando. Ahora mismo podemos dedicarle mucho más tiempo a nuestros cuidados faciales y corporales.
Podemos exfoliarnos las plantas de los pies con piedra pómez, e hidratarnos con más mimo y tiempo, partes del cuerpo como los pies, las rodillas o los codos, que suelen estropearse y endurecerse más.
Una idea relajante y que elimina tensiones consiste en darnos un baño largo con sales de baño, o espumoso, con un buen chorrito de gel. Si sumergimos nuestro cuerpo, apoyamos la cabeza en una toalla, y cerramos los ojos, podemos estar unos 10-15 minutos relajadas entre vapores calientes y aromáticos, como si se tratara de nuestro spa particular. Es muy relajante, cuida la piel, y ayuda a conciliar el sueño. Hay muchas marcas comerciales que comercializan rituales de baño en gel, bolas o sales de baño, pero cualquier gel que tengamos en casa puede servir para darnos un buen baño relajante.
Durante este baño sin prisa, podemos aprovechar para exfoliarnos el cuerpo con un guante de crin, lo que nos ayuda a activar la circulación, siempre que hagamos movimientos suaves de rotación. Después del baño, y para completar el tratamiento, podemos usar un aceite corporal para hidratar la piel.
Los cuidados del cabello
También es un buen momento para dedicarle más tiempo a nuestro cabello, con una buena mascarilla de color o hidratante. Después de lavarnos el pelo, podemos utilizarla y dejarla actuar durante unos minutos mientras nos duchamos, y después enjuagar. Nuestro cabello quedará más suave, con más color, y durará limpio e hidratado mucho más tiempo.
Una depilación integral
Es una tarea para la que siempre hay que encontrar tiempo, y justo ahora lo tenemos. Si decidimos hacernos una depilación integral de axilas, piernas, ingles, cejas y labios, dejaremos nuestro cuerpo y nuestro rostro sin un solo pelo, aunque sea una de las tareas menos relajantes y agradables de todas las que proponemos. Pero es un excelente momento para dedicarle tiempo y hacerlo bien.
Podemos depilarnos con pinzas las cejas, mientras aplicamos cera caliente al labio, y después aplicar una toallita con aceite hidratante, para dejar la parte irritada perfecta.
En la ducha, podemos utilizar una maquinilla de depilación, y dejar nuestras piernas e ingles impecables, para terminar con una ducha fría que active la circulación de nuestro cuerpo. Es importante hidratarse el cuerpo después, ya que la depilación integral seca en exceso la piel.
Piel limpia y fresca todo el día
Dado que no es necesario que nos maquillemos para salir, la piel se mantendrá en estos días mucho más limpia, fresca y luminosa. Eso no quiere decir que no debamos aplicarnos una leche limpiadora o un tónico, o bien un agua mistelar, para eliminar las impurezas del día. Una vez que nuestro rostro está limpio, lo hidrataremos con una buena crema de noche, y un contorno de ojos.
Por último, nuestras manos
En estos tiempos, en los que tenemos que lavarnos las manos constantemente y darnos alcohol para evitar los contagios, las manos son una de las partes del cuerpo más castigadas. Es importante que cuidemos nuestras manos más que nunca, hidratándolas muy bien, y constantemente. Podemos utilizar una crema específica para las manos, que siempre es más untuosa, y una crema para el cuerpo. Lo importante es aprovechar para masajearlas mientras nos aplicamos la crema, para que quedan perfectamente hidratadas, ya que las manos son muy agradecidas y absorben muy bien todos los cuidados que les apliquemos, y es, sin duda, el mejor momento para cuidarlas.