Conoce a Angela Nikolau, una profesora de arte de 23 años, que recientemente se ha convertido en la cara más famosa de una tendencia de Instagram que está revolucionando el mundo de las selfies: desde lo más alto de las alturas, la joven rusa se fotografía con un sorprendente atuendo para la ocasión: tacones y vestidos.

Entre semana, Angela Nikolau es profesora de clases de dibujo a niños. Los fines de semana se transforma para convertirse en parte del grupo de élite que recorre el mundo con un pasatiempo que no deja desapercibido a nadie: el roofing. Una práctica que consiste en trepar hasta el capitel de los edificios más altos jamás soñados, y compartirlo en forma de selfie en sus redes sociales, sobre todo, en Instagram.

Selfies en las alturas

 

En tacones y a lo loco: selfies en las alturas llegados desde Japón

Posar entre andamios, grúas a cientos de metros de altura, rascacielos o edificios relevantes de alrededor del mundo es parte del hobby de esta joven rusa, que comenzó como escaladora con tan solo 14 años de edad, mientras acompañaba a su madre a una exposición de flores en Moscú, su lugar natal, en uno de los centros culturales del país. La, entonces, niña de 14 años, como era de esperar, no cabía dentro de su aburrimiento, por lo que tras ver una escalera en el lugar del evento, decidió empezar a trepar. Al parecer, desde ese momento nunca dejó de hacerlo.

Pronto se vio incluida en una comunidad de escaladores que, día a día, se ven inmersos en cantidad de hazañas cada vez más desafiantes y peligrosas, a la vez que sorprendentes para sus millones de fans.

Una de las hazañas más recientes fue la que Nikolau llevó a cabo en China, cuando una agencia de viajes contactó con ella y con su compañero de roofing, Ivan Kuznetsov, para emprender una aventura fotográfica por los edificios más altos y con mejores vistas del país, fomentando -además del desafío- el turismo en el lugar. Pero, por si fuera poco, Nikolau ha escalado desde la Torre Eiffel de París, hasta el Kingkey 100 en China o el centro comercial de Victoria Peak, pasando por el capitel de una torre de Tianjin, en Pekin. ¡Incluso ha escalado a la cima de aeropuertos!

A Nikolau, y al resto de su equipo de roofers les encanta asumir riesgos que, para muchos, pueden ser innecesarios. Para ellos son vida. Rebeldía. Estar, y nunca mejor dicho, por encima del sistema. Desafiar a guardias de seguridad y planear la mejor manera de llegar a la cúspide; no importa si tiene que caminar por una delgada viga de 20 centímetros de anchura, o si es por la azotea del restaurante más elegante de la ciudad. Ella lo hace. Y, por supuesto, vestida acorde a la ocasión; no podría ser menos.

Pero… ¿Qué hace diferente a Nikolau del resto de sus compañeros?

Seguramente te preguntarás qué tiene de especial que una chica escale en edificios; millones de personas profesionales lo hacen día tras día. Sí, cierto. Pero… ¿Alguna de ellas escala con unos atuendos tales como tacones o vestidos?

Si algo tiene diferente Angela Nikolau de sus compañeros de equipo es, fundamentalmente, sus atuendos. Mientras que el resto de los escaladores lo hacen con un equipo de vestimenta acorde a la ocasión, ella lo hace con lo primero que pille o lo que lleve puesto en ese momento. Que es un vestido, adelante. Que es un bikini, pues también. 

«Escalo con lo que sea que lleve puesto en ese momento. Los pantalones no se ven bien en las fotografías. Los vestidos y los tacones quedan mejor«, declara la joven de 23 años.

Un hobby muy peculiar que, debido a la escasa seguridad de los edificios en Rusia así como a las reducidas sanciones que se implementan, empieza a ponerse muy de moda en el país, llegando a imitarse en lugares como Canadá, Estados Unidos o Australia, donde no te sorprenderás si, de repente, ves a un muchacho escalar La Estatua de la Libertad.