Todas nosotras nos empeñamos en mostrarnos guapas y hermosas ante el mundo, y para ello solemos utilizar una gran cantidad de maquillajes y otros diversos productos sin reparar en el daño que esto puede estar causando a la piel de nuestra cara. Por eso, es necesario que hidratemos nuestra piel a la perfección tanto antes de maquillarnos como cuando nos desmaquillamos.
Pero a veces esta hidratación tampoco es suficiente, así que tenemos que pasar al plan B. y ese plan B no es otra cosa que las mascarillas faciales que nos ayudarán a hidratar nuestra piel y a mantenerla firme, tersa y libre de impurezas, algo que podemos hacer en nuestra propia casa. Hoy en Directo a mi armario os traemos una mascarilla casera.
Ingredientes
- 1 huevo
- 5 gotas de limón
- un poco de miel
- dos cucharadas de canela
Además, vamos a necesitar una esponja de maquillaje para la aplicación.
Para elaborarla, lo primero que tenemos que hacer es batir la clara del huevo hasta que se vuelva espesa. Esto nos servirá como base de nuestra mascarilla y ayudará a reducir la abertura y el tamaño de nuestros poros. Una vez que la clara del huevo esté espesa, le añadimos las gotas de limón, que nos ayudará a unificar nuestro tono de piel.
Añadimos también un poco de miel para que nuestra mascarilla tenga un agente antioxidante y que al mismo tiempo ayude a nuestra piel a retener la humedad de la mascarilla. Por último añadimos la canela, que servirá para que nuestra piel recupere su brillo natural. Una vez hecha, la aplicamos en nuestra cara ayudándonos de la esponja de maquillaje. La dejamos actuar durante una media hora, hasta que la clara de huevo se seque y veamos que nuestra piel está un poco tirante.
Por último, enjuagamos nuestra piel cuidadosamente con abundante agua. Podemos repetir el proceso una vez a la semana para que nuestra piel luzca siempre sana, hidratada, brillante y libre de impurezas gracias a las mascarillas faciales.
Gracias a esta y otras mascarillas faciales caseras podemos asegurarnos de tener una piel preparada para el invierno que llega.