La ropa es algo que debemos cuidar si queremos que nos dure mucho tiempo y que se vea bonita siempre, como el primer día. Sin embargo, y pese a que es algo que puede ser bastante simple, durante los meses de verano debemos extremar las precauciones a la hora de lavar y guardar nuestra ropa. En este artículo, os queremos hablar de los cuidados de la ropa durante los meses de verano.

Lava la ropa adecuadamente y siguiendo las normas del fabricante

Lavar la ropa de la manera en la que nos indica el fabricante es esencial para que estas nos duren más. Si bien es cierto que es algo que debemos tener en cuenta durante todo el año, en los meses de verano estas recomendaciones se hacen mucho más necesarias si queremos alargar la vida de nuestras prendas.

Además de seguir las instrucciones del fabricante en cuanto a temperatura y manera de lavado, es esencial que no abusemos del detergente y que, si queremos lavar a mano, no escurramos la ropa retorciéndola. Así, solo conseguimos que las fibras de la ropa se rompan y que envejezca mucho más rápidamente.

No seques nunca tus prendas al sol

Secar la ropa al sol es algo que también se debe evitar durante estos meses de verano. El calor y la luz solar dañan las fibras a cuanto más fuertes e intensas son, por lo que es necesario que vayamos con cuidado. Para ello, lo mejor es tenderla en el interior y, de no ser posible, que lo hagamos a la sombra o bien por la tarde noche.

Intenta no usar pinzas de madera

Del mismo modo, en el que debemos evitar tender la ropa al Sol, también es importante que evitemos las pinzas de madera, ya que estas dejan marca en la ropa. Por ello, podemos usar las de plástico y siempre colocándolas en las costuras de la ropa. Así, evitaremos estas manchas blancas que tanto nos desagradan.

Cuidado con la plancha

La plancha es otra de las cosas con las que debemos ir con mucho cuidado durante los meses de verano. No es aconsejable planchar la ropa justo cuando la recogemos del tendedero y, más, si la hemos secado al sol. La temperatura a la que la vamos a recoger es más elevada que la que tiene durante los meses de invierno, por lo que es aconsejable que dejemos la ropa dentro durante unas horas hasta que reduzca la temperatura. Si, por necesidad, debemos plancharla muy rápido, debemos asegurarnos de ajustar la temperatura de la plancha al mínimo.

Otra buena manera de planchar la ropa es colgarla en la ducha después de lavarla. De este modo, con su propio peso quedará plancha o, si no del todo, necesitaremos menos tiempo y temperatura de plancha.

Mucho cuidado con el bronceador

El bronceador es uno de los productos que más usamos durante estos meses y también uno de los que puede dañar más nuestras prendas, sobre todo, la ropa de baño. Por ello, es importante que, si detectamos una mínima mancha de bronceador, lavemos la ropa rápidamente para que esta no se quede seca y luego tengamos que lavar la prenda a temperaturas más elevadas.

La ropa de baño: también requiere de cuidados

Pese a que podamos pensar que la ropa de baño no necesita de muchos cuidados durante el verano por estar, precisamente, diseñada para esta temporada, lo cierto es que sí los necesita.

Lo primero es que debemos tener en cuenta es que la ropa de baño se debe lavar después de cada uso. Pese a que hay la creencia de que no hace falta lavar el bañador o el bikini cada día, lo cierto es que, de no hacerlo, estos se estropearan muy rápido. Debemos tener en cuenta que es la prenda que más horas pasa expuesta al cloro, a la sal marina y al sol. Por ello, es necesario tratar estas prendas con cuidado.

Para lavar correctamente las prendas de baño, lo ideal es hacerlo a mano y con agua fría o tibia. Debemos enjuagarla, primero, para sacar los restos de cloro o arena que pueda haber en ellas. Luego, la podemos lavar a mano, sin frotar mucho, con un detergente suave. Cuando la tengamos limpia, debemos tenderla a la sombra y por las costuras, yendo con cuidado con las pinzas (como hemos indicado más arriba). Además, al ser una prenda diseñada para que se seque rápido, no es necesario dejarla más tiempo del necesario en el tendedero.

Para limpiar manchas de bronceador o de crema solar, deberemos aplicar un poco de jabón neutro justo encima de la mancha y frotarla con mucho cuidado. A cuanta más fuerza usemos, más se dañarán sus fibras.

Ahora ya hemos visto algunos consejos sobre cómo cuidar la ropa durante los meses de verano. Pero, ¿qué sucede con la ropa de invierno que ahora no vamos a usar? Os contamos cómo guardarla.

¿Cómo guardar la ropa de invierno durante los meses de verano?

Guardar correctamente la ropa que no usamos entre temporadas es tan importante como el cuidado que le damos durante los meses en los que la usamos constantemente. No podemos, simplemente, meterla en bolsa y olvidarnos de ella.

Para guardar correctamente la ropa entre temporada, lo ideal sería tener un armario aparte en el que la pudiéramos poner. Pero, si no tenemos esta suerte, es mejor que la guardemos en cajas de plástico, bien doblada y de aquellas que cierran herméticamente para que no entre polvo en ella. Además, para asegurarnos aún más de que estará a salvo y no se nos manchará, también podemos ponerlas en bolsas especiales para la ropa y, luego, dentro de la caja tal y como hemos mencionado.

Cuidar la ropa es algo que debemos hacer todos los días si queremos que esta nos dure más. Por ello, seguir los consejos del fabricante a la hora de lavarla, así como darle unos cuidados de mantenimiento es esencial.