La industria textil mueve en torno a los 2,5 billones de euros al año y es uno de los sectores económicos más globalizados. A lo largo de su cadena de producción mueve ingentes cantidades de energía, productos químicos y recursos naturales, generando con ellos enormes cantidades de gases invernadero y contaminantes ambientales.

Con los tejidos ecológicos se pretende alimentar el movimiento de la moda sostenible o eco, imprescindible para conseguir los objetivos sostenibles que muchos países del mundo han firmado y acordado en sus acuerdos internacionales.

A continuación, vamos a comentar el impacto ecológico de la moda textil, la importancia del tejido ecológico y tejidos que se consideran sostenibles.

Impacto de la industria textil en el mundo

La industria textil provoca una gran cantidad de contaminación ambiental procedente de la acción humana y consume una considerable muestra de recursos naturales para lograr confeccionar las prendas.

Para hacernos una idea, la Convención sobre el Cambio Climático de la ONU estima que cerca del 10% de las emisiones de carbono (equivalente a CO2) en el mundo y que provoca los gases de efecto invernadero procede de la industria textil.

Según diversos estudios, se cree que la cantidad de emisiones de esta industria supera ya al tráfico aéreo y marítimo juntos. Una de las razones de estos niveles de contaminación es el tratamiento que se da a las fibras, tejidos y textiles en zonas del mundo donde cuya principal fuente de energía son las plantas de carbón, como son China e India. Y eso sin contar las largas cadenas de distribución.

Además, las opciones escasas de oportunidad de reciclar las prendas hacen que aproximadamente del 85% termine en vertederos e incineradoras de basura.

Incluso hay que añadir que el incremento de consumo y fabricación de prendas fast fashion hace que podamos pronosticar un incremento de las emisiones de más del 60% para 2030. Y, si continuamos así, la industria textil podría convertirse en responsable del 25% de las emisiones en todo el mundo de gases invernadero.

Poniendo un ejemplo, cerca del 2,5% de la producción mundial de cultivos se destina al algodón, recurso que necesita cerca de 10.000 litros de agua para producir un kilo de algodón. Para crear una camiseta se necesita cerca de 2.700 litros de agua.

Para terminar este apartado, añadiremos que consume alrededor del 20% de pesticidas agrícolas en el mundo y la producción del 20% de aguas residuales.

Tejido ecológico como parte del desarrollo sostenible

Ya una vez que hemos señalado el impacto ambiental que tiene la producción textil actual, llegamos a la conclusión de que es necesario un cambio profundo en el sector y la conversión de hábitos de consumo en las personas, ya sea a la hora de elegir el vestuario personal como para el hogar.

Los tejidos ecológicos son una parte importante de este proceso. Ya no sólo durante el proceso de cultivos y producción para reducir la contaminación y el despilfarro de recursos naturales, sino también que, al terminar su vida útil, son biodegradables.

Entre las fibras ecológicas más usadas está el algodón orgánico, que no usa variedades transgénicas, ni tampoco fertilizantes, pesticidas y agro químicos que contaminan. Además, este tipo de algodón requiere menos agua y energía para su cultivo y procesado.

Otras fibras bastantes utilizadas son el lino, el banano, el bambú, el cáñamo o el tejido de imitación de cuero que se obtiene del muskin.

Lista de textiles ecológicos

Te vamos a mostrar algunos tejidos que son sostenibles o ecológicos, para que sepas cuáles son y, bueno, quien sabe, tal vez te animes a pasarte al equipo sostenible y escoger prendas amigables con el medio ambiente.

Bambú

Se hace con las fibras obtenidas del interior del bambú, se blanquea sin cloro y no necesita ningún químico. Además, requiere menos agua que otras telas para su elaboración. Tiene propiedades antialérgicas, protege de radiaciones solares y es un regulador térmico.

Cáñamo

Se confecciona a raíz del tallo de la planta de cannabis. Es un tejido muy antiguo y hay constancia de su explotación en escritos chinos de hace más de 8.000 años. Da lugar a un tejido suave y delicado con el que se puede fabricar desde lencería hasta vestidos.

El banano

Es un tejido que se obtiene a partir del tallo de los bananos o plataneros. Produce una fibra muy suave, similar al del cáñamo o bambú, es antialérgica y es transpirable.

Algodón orgánico

Es cultivado en campos sin el uso de pesticidas, fertilizantes químicos sintéticos y sin tóxicos que, en muchas ocasiones, tu cuerpo absorbe al estar en contacto con la piel. Además, se cultiva en condiciones justas para los trabajadores.

Algodón reciclado

El tejido es más sostenible y respetuoso en todos los procesos. Además, es una forma de colaborar en el reciclaje de tejidos y con las mismas cualidades que el algodón orgánico.

Lino

Se confecciona a partir del tallo del lino o planta linaza. Su cultivo es de los más antiguos del mundo, con un uso que se remota al Antiguo Egipto (s. IV a. C.). Es una fibra natural sostenible que tiene versatilidad de usos gracias a su resistencia. Es ideal para el verano ya que da sensación de frescor.

Cáscara de coco

Algunas empresas de prendas deportivas y senderismo incorporan carbón activo procedente de la cáscara de coco y materiales volcánicos en algunos productos. Gracias a esto, las prendas se secan más rápido, repelen los malos olores y dan protección UV.

Lana orgánica

Es obtenida de ovejas que se alimentan de pastos orgánicos y todo el proceso de limpieza de la lana se realiza sin aditivos, sin blanqueadores o solventes. Esto da lugar a un tejido de larga duración, muy resistente, hipoalergénico y biodegradable.

Muskin

Es un material muy parecido al cuero animal y a la gamuza en su superficie. Fue creada por una empresa italiana que buscaba una alternativa a los procesos no respetuosos con el medio ambiente y encontró esta posibilidad en la parte superior de una seta.