«Yo soy como un diamante negro: raro, difícil de cortar y, por lo tanto, difícil de encontrar«.
Con estas palabras son con las que Karl Lagerfeld, uno de los diseñadores de moda más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, se define a sí mismo. Su popularidad se debe, en gran parte, a su labor para la firma Chanel, así como a su actividad como fotógrafo.
«Érase una vez Chanel, una marca que solo las esposas de los doctores parisinos vestían. Nadie quería saber nada de ella. No tenía esperanza alguna para sobrevivir«, comentó (o, mejor dicho, sentenció) Karl Lagerfeld al terminar la presentación de una de las colecciones que le permitió lanzarse a la fama de la mano de la maison Chanel.
Aquel desfile se llevó a cabo en en la Rue Cambon de París, el mismo lugar donde Coco Chanel abrió su primer atelier. Y fue solo el comienzo de la resurrección de la que hoy es una de las grandes casas de moda. Pero no solo significó esto; también significó la consolidación de Karl Lagerfeld como uno de los grandes de la moda; uno de los diseñadores más prolíficos del mundo de la Alta Costura.
Los orígenes de Karl, el Kaiser
Como bien sabrás (o espero que lo hagas), Karl Lagerfeld es, lo que podríamos decir, el Sultán del Negro. Un elegante y extravagante hombre al que siempre le acompaña, además de su adorable gata Choupette, unas enormes gafas negras, independientemente de si se encuentre adentro, o afuera de la calle. Y, es que, el Kaiser, prefiere mirar a ser mirado.
Hijo de un poderoso y adinerado empresario de origen alemán, Karl nació el 10 de septiembre de 1938 en Hamburgo (Alemania). Entre alguna de sus innumerables declaraciones, afirma que de pequeño no era el típico niño que jugaba al escondite con otros niños. Siempre, como dice, fuealguien que se pasaba las horas dibujando y leyendo; algo fuera de lo normal para un niño de menos de 10 años. Ahí ya apuntaba maneras.
A la temprana edad de 14 años quiso abandonar su ciudad natal para estudiar en París, y fue entonces cuando empezó a interesarse por el mundo de la moda. Tras presentarse a varios concursos de moda, y crear sus propias colecciones (de las que, más de una vez, se llevó más de un premio), fue fichado por el diseñador Pierre Balmain para trabajar como su asistente.
«Yo no pensaba que esto iba a pasar. Todo fue sucediendo y pasando, como una avalancha«, declaraba el Kaiser, sobre sus inicios en el mundo de la moda.
A pesar de no contar con una educación y formación específica en Alta Costura, no importaba, porque el talento de Karl estaba innato allá en cada cosa que hacía.
Así, poco a poco, con el paso de los años y la ayuda de grandes diseñadores que le dejaron formar parte de sus atelier, como Jean Patou entre otros, el joven alemán empezó a adquirir conocimientos cada vez más profundos en técnicas de confección y patronaje.
Sus inicios en Fendi
Si por algo es reconocido, además de porque su colaboración como director creativo de Chanel, es por su aportación en otra gran maison: Fendi. Una de las relaciones más duraderas entre un diseñador y una casa de modas. «No estoy cansado, y creo que ahora hago mucho mejor mi trabajo que cuando era más joven»
Karl entró a formar parte de la casa cuando recién cumplía 30 años, con el propósito de reinventar la firma y… ¡Ahí sigue!
La intromisión de Karl en Fendi llevó a la marca fundada en 1925 por Adele y Edoardo Fendi a convertirse en una marca renovada y exitosa, creando piezas de diseño totalmente fuera de lo común.
El Kaiser y Chanel
Cuando, a principios de los Ochenta, Alain Wertheimer (el entonces presidente de la firma) citó a Karl para ofrecerle colaborar con ella, éste tuvo sus dudas. ¿Por qué iba a dedicar tiempo y esfuerzo a una firma que, según muchos, ya estaba muerta?
Muy acertadamente, el Kaiser aceptó la colaboración, y, ¿qué crees? Logró reconvertir a Chanel en una nueva marca. Retomó los símbolos (como las perlas o el tweed) y los emblemáticos diseños de la gran Coco Chanel (como el Little Black Drees), reimaginándolos, para convertirlos en el ícono de una nueva era. Y, ¡créeme si lo consiguió! A día de hoy, y seguramente para siempre, Chanel se ha convertido en una de las marcas más esperadas de las grandes Semanas de la Moda.
Y, en parte… Es gracias a Karl. El Gran Sultán del Negro.