Prácticos, versátiles, fresquitos y cómodos, los vestidos veraniegos nunca pasan de moda, y cada verano se van reinventando y también se rescatan tendencias de temporadas anteriores. Comprar vestidos en verano es una magnífica inversión, puesto que duran muchas temporadas y siempre están vigentes en la época estival.

Este año marcan tendencia los vestidos negros, los florales y los blancos, que combinan con prácticamente todo tipo de calzado, y que se pueden encontrar en versiones más cotidianas, o más elegantes, para lucir en ocasiones especiales. También se llevan los estampados animal print, los fruncidos, y los vestidos de colores fluorescentes, tierra, y con tirantes o mangas abullonadas. Los vestidos están triunfando esta temporada, y es el momento de hacer unas buenas compras a los mejores precios para terminar de completar nuestro guardarropa de verano.

Vuelven los drapeados

Si hay una tendencia que lleva destacando desde la primavera, es la vuelta del vestido drapeado, muy popular en la década de los 90. Firmas muy conocidas han sacado sus propios diseños, y hay mucho donde elegir, aunque, en líneas generales, los vestidos drapeados de esta temporada destacan por las longitudes (pueden ser largos, cortos o midi) o por llevar tirantes o mangas abullanadas, una tendencia muy ochentera que vuelve con fuerza. Algunos de los diseños que podemos encontrar llevan volantes en la falda o en las mangas. También se han visto vestidos drapeados lisos o con estampados de flores y lunares. Los lunares son sin duda un must este verano, para todo tipo de prendas.

Los drapeados estilizan la figura, y aportan un gran toque de elegancia, pero no son fáciles de llevar, y conviene elegir y probarnos el que más nos guste, con drapeados más discretos o más pronunciados, o con mangas más sencillas para que destaque el drapeado sobre todo el outfit. Este tipo de vestidos resultan muy sofisticados para llevar en la mañana, y se pueden transformar en una prenda muy elegante para las noches de verano, si la complementamos con unos buenos zapatos de tacón, o unas sandalias de vestir.

 

Vestidos estampados, y lisos de colores

No importa el corte del vestido ni el largo de la falda, lo cierto es que los estampados siguen estando vigentes, y hay de todo tipo, destacando entre todos los estampados florales, y los lunares. También se lleva el animal print, para seguir una tendencia muy marcada de temporadas anteriores, y los cuadros vichy, o los estampados de pañuelo.

También veremos vestidos de colores total white, o negros, tanto para fiesta como para un atuendo más casual. Y también los colores tierra y los nudes, así como los fluorescentes, en tonalidades intensas como los malvas, verdes clorofila, rojos o azul cobalto.

 

Vestidos tipo blazer

Son cómodos, elegantes, y aportan un estilo único. Para vestir, son una excelente opción, porque se trata de una prenda novedosa y muy sofisticada. Resulta perfecta para los looks de trabajo, pero también para la noche, si se llevan complementos adecuados.

Los vestidos de chaqueta blazer o tipo esmoquin pueden ser lisos o estampados, siendo estos últimos menos serios y más cotidianos. Uno de los accesorios que mejor sientan a este tipo de vestidos son los cinturones, que le dan un toque aún más sofisticado a nuestro atuendo.

 

Los vestidos boho

Si la moda boho en blusas, botas y vestidos ha sido tendencia durante toda la primavera, aún lo es en verano. Los vestidos de inspiración hippi y bohemia son cómodos y resultan un clásico en la temporada estival. Invertir en ellos es una buena opción, ya que, aunque las tendencias son cambiantes, los vestidos bohemios son atemporales, y resultan especialmente prácticos para vestir en la época más calurosa del año.

Los podemos encontrar lisos, especialmente en colores claros y totalmente blancos, con estampados florales, con puntillas y encajes, volantes. En cuanto a los diseños pueden ser de tirantes o con mangas, y admite largos de todo tipo. Para completar un vestido boho con estilo, lo más recomendable es calzar unas zaptillas de esparto con cuña, o unas sandalias planas. Para muchas mujeres, los vestidos de inspiración bohemia son las prendas más prácticas y frescas para el verano, porque además son muy combinables.

Los vestidos de noche

A la tendencia general en colores, hay que añadir la de vestidos de fiesta para las noches, ya sean midi o largos, con mucho brillo y llamativos, que vuelven a triunfar después de años en los que no se utilizaban los brillos en los vestidos. Tejidos de satén y seda natural, siempre ligera y vaporosa, con semi transparencias, encajes y plisados, son algunos de los cortes de vestidos más elegantes que podremos ver en los últimos meses de verano.

Los escotes de los vestidos de noche resultan de lo más variados: desde los clásicos palabras de honor, hasta los escotes asimétricos, o con un solo hombro. Incluso los hay de cuello alto y con pequeñas incrustaciones. Entre los tipos de vestidos de noche más destacados de esta temporada, respecto al corte y al estilo, destacan los vestidos cruzados, atados a la cintura con su propio tejido o un cinturón; los vestidos lenceros, de satén y con tirantes finos y puntillas en la falda; los de tipo victoriano, con cuello alto, volantes y algunas incrustaciones o pedrerías; los de mangas amplias y abullonadas, que pueden ser de tejido semitransparente y con brocados; o los plisados, con faldas amplias.

Cómo combinar un vestido con el calzado más adecuado

Quizás lo más complicado de un vestido resulte saber combinarlo bien, puesto que al ser de una sola pieza, nuestro outfit, si optamos por vestidos de verano, puede llegar a ser algo repetitivo.

Un vestido de verano vaporoso y estampado quedará perfecto con unas zapatillas de esparto atadas al tobillo, unas zapatillas tenis o unas sandalias planas para nuestro día a día. Mientras que para la noche, un zapato de salón cerrado o destalonado, o unas sandalias de tacón que sean metalizadas, pueden resultar una combinación perfecta que le aporte una elegancia extra al vestido seleccionado, por muy sencilla que sea nuestra elección.