Los retoques estéticos son una tendencia cada vez más demandada por muchas mujeres, pero no todas quieren pasar por el quirófano. Por esa razón, y también gracias a los avances tecnológicos, han ido apareciendo propuestas que evitan hacerse una cirugía, como por ejemplo cuando se quiere hacer un aumento de pómulos.

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Cómo es el aumento de pómulos sin cirugía

Con esta alternativa podremos tener unos bonitos pómulos sin pasar por el quirófano. Se consigue gracias a relleno con ácidos hialurónicos y en una única sesión. El tratamiento dura como mínimo un año y como máximo año y medio, dependiendo de cada persona.

Este tratamiento es ideal para quienes tengan miedo de entrar al quirófano para hacerse una cirugía, convirtiéndose en la alternativa perfecta. Se hace para que la piel tenga un aspecto menos tenso y que el contorno no tenga ninguna irregularidad, devolviendo la juventud al rostro, con un aspecto terso, equilibrado firme y lleno de vida.

Es importante recordar que los pómulos son uno de los rasgos más particulares y expresivos de cada persona. Delimitan la separación existente entre lo que es tercio superior y el tercio medio de la cara.

Una de las grandes ventajas del tratamiento de aumento de pómulos es que el resultado es muy natural, pero debe hacerse en una clínica completamente especializada y la intervención hecha por profesionales acreditados y con experiencia.

¿A quién va dirigido este tratamiento?

El tratamiento va dirigido principalmente a mujeres de mediana edad que con el paso del tiempo hayan perdido volumen en los pómulos, aunque esto no es excluyente para que una mujer más joven pueda hacerlo.

Si te estás preguntando cómo se pueden aumentar los pómulos mediante ácido hialurónico consiste en rellenar la zona de pómulos y mejillas con esta sustancia. El procedimiento es extremadamente sencillo y se hace en una única sesión.

Se lleva a cabo una limpieza completa del rostro y posteriormente se aplica una crema anestésica. Después, se aplican microinyecciones con este ácido en las zonas superficiales de la dermis de los pómulos. Una vez hecho, se comprueba que está correcto y se hace un pequeño masaje para repartir el producto.

Luego, solo hay que hacer caso a las indicaciones del profesional para su cuidado, así de sencillo. Entre ellas está la de no tocarse ni rascar las zonas tratadas, evitar llevar maquillaje hasta unas horas después del tratamiento y evitar la exposición al sol o a los rayos UVA.

¿Conocías esta técnica?