De todas las pin up de la historia, mi preferida siempre ha sido Norman Jean, más bien conocida como Marilyn Monroe, la muñeca sexy de Hollywood. Esta rubia de oro gozó de los mayores privilegios que toda diva pueda soñar: belleza, fama y dinero. Sin embargo, alcanzar la cima de las estrellas sólo la guió a una misteriosa y repentina muerte en 1962 con apenas 36 años.
Para mí siempre existieron dos divas: Norman y Marilyn. Mientras esta última hacía las delicias de todos los hombres del mundo con sus increíbles posados, sus labios teñidos de rojo y sus escotes de infarto; Norman se debatía entre uno de los mayores dilemas de la vida: el amor. Romántica, soñadora pero, sobre todo, ingenua, ahí estaba el verdadero mito… que al parecer, nadie se dignó a apreciar.
A pesar del dramático final que empañó a esta diva por excelencia, Marilyn nos ha dejado su estilo, imitado por muchas de las celebrities de hoy en día: Scarlett Johanson, Christina Aguilera o Lindsay Lohan, entre otras. Vestidos apretados, guantes extralargos, melena rubio platino, labios rojo pasión… fueron sus principales armas para convertirse en toda una sex symbol y, sobre todo, dejar al resto del mundo atónito con su sonadísimo Happy Birthday Mr. President.