Hace unos días hablábamos de la exclusiva marca de lujo Tiffany&Co., vinculada a Truman Capote y a Audrey Hepburn. No obstante, lo que no te había contado es que, además de alimentar el alma de aquella joven extravagante, con sus diseños, día a día, también puede presumir de ser una de las marcas pioneras en impulsar el lujo sostenible, ¿te gustaría saber cómo?

La importancia de la sostenibilidad en el mundo del lujo

¿Sabías que los proyectos de joyería son de los más destructivos y menos sostenibles de la tierra, porque tienen que demoler gran cantidad de naturaleza para conseguir diamantes o cualquier otro tipo de piedra preciosa?

La marca de lujo y joyería, Tiffany&Co., también lo sabía. Por ello, hace ya un tiempo, decidió desarrollar una acción clave para la protección de los océanos, eliminando la producción de joyería con coral. Esta acción no sólo mejoró la situación, sino que también le dio voz frente al resto de las firmas, que trataron de seguir su paso.

Tiffany&Co. encontró su propio mecanismo para ser sostenible. Pero… No son los únicos: Stella McCartney, por su lado, siempre ha considerado que los animales utilizados en la industria cárnica sí pueden aprovecharse en la del lujo, una vez empleados como alimentos; pero que, no obstante, está prohibida la caza de animales salvajes. Con esto, no pretendo abrir un debate moral acerca del empleo de pieles, solamente trato de mostrarte otro ejemplo de contribución al medio ambiente.

Y ya no solamente te hablo solamente de marcas de Alta Costura. Otras, como Adidas, con su línea de zapatillas hecha a base de fibra de desechos también buscan contribuir al medio ambiente.

Y, es que, la importancia de ser sostenible está cada vez más latente entre empresas y personas. No obstante, en este artículo nos vamos a centrar, en concreto, en la sostenibilidad de la industria del lujo.

¿Sabías que existen estudios que demuestran que, una vez que has tomado contacto con la industria de la Alta Costura y el lujo, es muy difícil abandonarlo? De hecho, es mucho más fácil reducir la frecuencia de compra del producto antes que cambiar de marca. Te daré un ejemplo: las cápsulas de Nespresso. Efectivamente, son cápsulas «de lujo»; su coste no es para nada económico, y tener una máquina en casa no es propio de todos. Si tú eres de esos que sí tiene la suerte de tomar, día a día, las cápsulas de George Clooney, dime: ¿A que prefieres comprar menos cápsulas y dosificarlas mejor, antes que cambiar de cafetera? Lo mismo pasa con la industria del lujo.

Es por esto por lo que, fundamentalmente, estas marcas, tan codiciadas por muchos (seguramente, también por ti, como buen seguidor de la moda) son especialmente seleccionadas para fomentar la sostenibilidad, desde hoy y para siempre.

¿Alguna vez te has parado a pensarlo…?

Permíteme darte una breve, pero interesante lección de Ciencias Naturales:

El medio ambiente es ese sistema global en permanente modificación por la acción del ser humano, que rige o condiciona la existencia y el desarrollo de la vida natural. Pero, ¿acaso el mundo pertenece tanto al ser humano como para permitirle esa constante modificación de su entorno? ¿Acaso tiene derecho a destruir, en vez de vivir?

Por ejemplo: es cierto que conocemos la situación de la bola del mundo; es decir, sabemos que los Polos se derriten, el calentamiento global cada vez está en peores circunstancias, y cientos de cosas más, pero ¿hacemos algo al respecto?

La importancia del lujo sostenible

Por eso, cada vez somos más las que nos unimos a las iniciativas verdes que tratan de potenciar y difundir el valor del medio ambiente, así como la importancia que tiene en la sociedad humana que, por si no nos habíamos dado cuenta, sus daños son nuestros daños, porque tarde o temprano se volverán hacia nosotros, quitándonos todo aquello que hoy nos da.

Ventajas de ser sostenible

Divididas en tres grandes grupos, las ventajas de la sostenibilidad son múltiples y muy variadas:

  • Medioambientales: reducción del impacto medioambiental, reducción del uso de pesticidas, mejora de la agricultura, reducción de aditivos químicos, menor nivel de contaminación, mejor fertilidad del suelo…
  • Sociales: cambio de cultura de consumo, valor de participación en el proceso, conciencia de la importancia de reciclar y ser ecologista, compromiso social, autoagradecimiento…
  • Económicas: exportación ecológica a otros territorios, aumento de clientes potenciales en empresas, internalización en territorios naturales, creación de empleo humano…

En resumidas cuentas, actividades como esta son las que, hoy en día, necesitamos para lograr que la sostenibilidad y el interés por el medioambiente se conviertan en algo tan banal como todas esas cosas que hacemos por inercia, desde lavarnos los dientes al terminar una comida hasta pagar nuestra compra a la salida del supermercado, y así, con el tiempo, e integrándolo en nuestro día a día, llegará un momento en el que ya no sea necesario premiar a nadie por ser sostenible.