Cuando un famoso anuncia un producto, las ventas aumentan, eso es algo que hemos visto desde hace mucho tiempo en los medios, pero… ¿qué ocurre cuando el producto pertenece a un famoso? En este caso queremos hablar de una famosa y una prenda, Khloé Kardashian y su línea de pantalones vaqueros.
Good American, los pantalones vaqueros de Khloé Kardashian
Khloé Kardashian y su socia Emma Greene, descubrieron un día que faltaba algo en el estilo denim que encontraban en los pantalones vaqueros que se compraban. No importaba si eran baratos o de la mejo marca, normalmente siempre tenían que llevarlos a arreglar.
Por ello se dieron cuenta que si ambas tenían el mismo problema, sobre todo con las caderas, zona del trasero y el tiro, lo tendrían millones de mujeres más. Se pusieron manos a la obra y lo han conseguido, crearon Good American y ya presentaron sus pantalones vaqueros, una colección denim Premium que en su primer día de venta recaudaron unos 930.000 euros, un millón de dólares.
Pero… ¿qué tienen estos pantalones? Solo hace falta ver a las Kardashian de espaldas. Si hay algo que destaca es su trasero y sus caderas (no confundir con cintura) y no todos los pantalones vaqueros les queda bien a esa clase de mujeres.
Han conseguido hacer una línea de pantalones vaqueros que resultan muy favorecedores donde destacan que están hechos para adaptarse al cuerpo de la mujer y no al revés.
Actualmente el catálogo solo tiene tres modelos en diferentes versiones y lavados, pero con infinidad de tallas que van desde la 00 hasta la 24, el equivalente en España desde la 34 hasta la 60. Los podemos encontrar de estilo pitillo, de corte boyfriend y otro de tiro alto, como se llevaban en los 90 y que están arrasando actualmente.
Estos pantalones vaqueros están arrasando en la red y según Khloé Kardashian es lo que muchas mujeres estaban buscando desde hace tiempo. Cuentan con más de 300.000 seguidores en Instagram y en el resto de redes sociales donde tienen presencia están creciendo como la espuma.
Los vaqueros son muy estilosos pero hay un pequeño hándicap, su precio. No todas las mujeres están dispuestas a pagar los 200 dólares que cuesta aproximadamente cada modelo, pero destacan que están hechos con la máxima calidad en todos los procesos y todos los pares pasan por unas cien manos antes de ser enviados a la tienda para proporcionar la máxima calidad de producto.
