Hacer deporte es una de las mejores cosas que existen, y no solo porque nos ayuda a mantener nuestro cuerpo en forma, sino también porque es bueno para nuestra salud y además nos ayuda a liberar energía y adrenalina, que al mismo tiempo hacen que nos sintamos mejor con nosotros mismos y que podamos concentrarnos mejor en nuestras actividades cotidianas. Y por suerte, cada vez hay más personas que están concienciadas en todas las ventajas que nos proporciona hacer deporte, y por lo tanto, cada vez son más las personas que se animan a practicarlo. Pero claro, antes de disponernos a practicar nuestro deporte favorito, sea cual sea nuestra elección, es necesario que nos equipemos correctamente con la ropa deportiva adecuada.
Para empezar, es necesario contar con unos pantalones adecuados. Si hacemos ejercicio durante el invierno, lo mejor es que sean pantalones largos, mientras que si estamos en verano, podemos optar por pantalones a media pierna e incluso cortos. Lo importante es que no sean demasiado estrechos y que nos permitan movernos con total libertad. Tampoco deben ser anchos ya que esto nos incomodaría en nuestros ejercicios. Lo ideal es que nuestro pantalón se adapte a la perfección a nuestro cuerpo. Además, deben de ser de una tela que permita la traspiración de nuestra piel. Lo mismo ocurre con nuestras camisetas (parte fundamental de la ropa deportiva), que deben de estar adaptadas a nuestro cuerpo y que de igual manera nos permita traspirar.
La prenda estrella de la ropa deportiva son las las zapatillas, que deberemos elegir unas adaptadas al deporte que vayamos a practicar.
Por ejemplo, las zapatillas de running suelen ser de suela dura pero también flexibles en su interior para permitir una buena movilidad de nuestro pie. Si realizamos deportes de montaña como el senderismo, las zapatillas serán más duras y adaptadas al terreno. Aunque en todo caso, como con el pantalón y la camiseta, deben adaptarse a nuestro cuerpo y dejar que nuestra piel traspire.